miércoles, 3 de septiembre de 2014

Los petroleros


Los petroleros.

Por: Odoardo León-Ponte.

En materia petrolera se dieron concesiones, se determinó que no habría más concesiones, se inició la estatización con la CVP y finalmente se estatizó la actividad. Todas estas acciones fueron producto de la decisión del gobierno de turno. Las concesiones nos convirtieron en un país petrolero de la máxima dimensión con la inversión y la gerencia extranjeras sin las cuales no hubiera sido posible. Luego, con el paréntesis de Pérez Jiménez, comenzó la intervención del gobierno para impedir la inversión de las empresas extranjeras que tenían los fondos: corrían los años ’40. Después de Pérez Jiménez se reanudó la ideología de seguir “controlando” a las “compañías” y comenzó el experimento político de la CVP con pocos resultados positivos (el gobierno no tenía dinero para invertir en petróleo; lo tenían las multinacionales como se vería más adelante). La creencia de ser un país desarrollado cuando en realidad éramos un país nuevo rico con aspiraciones ilusorias y desmedidas, nos llevó a estatizar una serie de industrias incluyendo la petrolera, bajo el criterio de que era necesario “dominar” nuestras “industrias básicas”. Los políticos convertidos en expertos y en dirigentes entre otras cosas las petroleras, marcaban el paso de las normas para la actividad petrolera. Así se fue minando el progreso del país que dependía mayoritariamente del rumbo que le trazaran los políticos a ese petróleo y comenzó la caída de la producción en perjuicio de la gente, pero con beneficio electoral para los políticos montados en el sube y baja.

 

Los petroleros, es decir, los que trabajaban en la industria privada representaban los mejor de la actividad en el mundo: Creole y Shell en Venezuela eran las empresas más grandes de esos dos gigantes y de ellas salieron grandes gerentes, venezolanos y extranjeros, que ocuparon las más altas posiciones en sus respectivos grupos internacionales. Las tecnologías desarrolladas en el país se exportaron al mundo en general y, en el intercambio, se trajeron al país otros avances logrados en el mundo. Entretanto, el personal venezolano se formaba y paulatinamente tomaba las riendas gerenciales de la actividad y las empresas seguían operando: produciendo, refinando y vendiendo lo que le permitía el gobierno, a pesar de las ingentes necesidades del país. Finalmente, los políticos convencieron a los círculos influyentes de las bondades de la estatización de la actividad petrolera y se creó Pdvsa Siglo XX. Habiendo llegado ya hace tiempo el momento que se presentía y se disimulaba, de no tener o no permitir tener dinero para desarrollar la actividad y para darle a la gente su parte en términos de Desarrollo Humano, volvieron las empresas “explotadoras”. Y en nuestra involución política, botaron o marginaron a todo el personal calificado que habíamos desarrollado a través de cien años de trabajo y esfuerzo, emigrando ellos mayoritariamente a contribuir en otras tierras sin ningún beneficio para el país. Más adelante atamos las manos a nuestros socios. En última instancia y como resultado del hecho de haber perdido la brújula, nos hemos convertido en un declinante productor de petróleo con un futuro más que dudoso por el cambio en el mundo petrolero del cual nos hemos separado y que, en consecuencia, nos va dejando afuera. Nuestra declinante producción y sus mercados, producto de nuestros desaciertos, se hacen cada día más distantes e inseguros y dependemos cada día más de tener vender a precios más bajos. En cuanto a nuestra posibilidad de crecer: ¿para venderle a quién?

 

Los petroleros verdaderos del Siglo XX no tuvimos nada que ver con laos resultados reseñados que anteceden. Trabajamos para impulsar o mantener la industria y oportunamente dimos nuestra opinión pero el mensaje no fue aceptado. Las consecuencias han estado disponibles y a la vista de todos quienes las hubieran querido ver.

Agosto de 2014.

odoardolp@gmail.com odoardolp.blogspot.com @oleopon

No hay comentarios:

Publicar un comentario