martes, 30 de septiembre de 2014

Petróleo y ascemso social


Petróleo y ascenso social.

Por: Odoardo León-Ponte.

Al igual que en “Le Rouge et le Noir” que planteaba en esa época la posibilidad del ascenso social a través de la Iglesia y las armas, en nuestro país también han existido diversas maneras de ascender que, con la excepción de la herencia de riqueza, han sido a través de la educación formal unida al trabajo y al esfuerzo, la participación en los partidos políticos, la asociación con el estado petrolero todopoderoso en la ejecución de obras y contratos, la obtención de créditos subsidiados provenientes de estado, la obtención de ventajas asociadas al poder del estado con carácter de lo que hoy en día se ha dado en llamar “enchufado” o la combinación de esas alternativas siempre que fueren posibles, dependientes directamente de la suerte del petróleo, incluyendo todas ellas un ingrediente importante, subyacente y creciente de corrupción, desde mucho antes de que apareciera el petróleo.

 

Ciertamente que la suerte del país ha dependido del petróleo desde hace cien años, habiendo jugado con él los distintos gobiernos, más para beneficio de sus causas políticas que las de la gente y sus necesidades. El petróleo ha sido utilizado con fines políticos en preferencia a otras acciones que hubieran beneficiado a la gente y al crecimiento del país, convirtiéndolo en última instancia en un corrupto juego de financiamiento de causas personales y políticas a expensas de quienes no estuvieren comprometidos con la ideología reinante, desmembrando la estructura existente y perfectible del estado y los conceptos de ética, moral y comportamiento ciudadano dentro de la sociedad, incorporando una permisividad que hace inviable cualquier concepto de mesura en el comportamiento ciudadano y en la acción de las autoridades y conduciendo cada día más a una anarquía que hace igualmente inviable la acción de las autoridades legal y legítimamente constituidas. (Se siguen renovando los rayados de los pasos peatonales para que nadie los honre).

 

Las circunstancias en su totalidad hacen que hoy en día los únicos que pueden tener ascenso social en el país en términos de ingresos, sin que ello vaya aunado a una mejoría en la calidad de vida que cada día es peor, son quienes estén logrando mayores ingresos solo posibles para aquellos afinados con el gobierno. Así, quienes han acumulado algún patrimonio o quienes no tienen o rechazan el acceso a la corriente productiva de “enchufado”, buscan una salida tratando de ubicarse en otras latitudes buscando el oxigeno de futuro, usando para ello sus calificaciones educativas o su disposición a correr el riesgo de irse en busca de una vida que, aunque llena de vicisitudes, pueda conllevar algún futuro promisor basado las calificaciones personales y en el esfuerzo.

 

Aquí, el petróleo ya no da más para lo que ha sido utilizado políticamente y las circunstancias de vida de los habitantes del país prometen a ciencia cierta un futuro empedrado en cuanto al mejoramiento de la calidad de vida. Las circunstancias de no conseguir empleo, de no disponer de opciones en cuanto a modos de vida, la escasez de servicios en materia médica, la inseguridad personal reinante y la escasez en los rubros más elementales necesarios para una vida aunque sea aturdida, hacen que nuestro país inmensamente dotado de recursos petroleros con un gobierno como el que ha tenido en este siglo de tristeza, haya obligado a todos los que han podido o han querido afrontar el riesgo, a buscar su ascenso social y la calidad de vida, el futuro, en otra parte. El petróleo, manejado por los políticos para fines electoreros ya no puede seguir siendo instrumento para engañar a quienes tienen la capacidad de pensar. Es triste e inseguro el futuro de quienes no se puedan ir.

Septiembre de 2014.

odoardolp@gmail.com odoardolp.blogspot.com @oleopon

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