jueves, 31 de julio de 2014

El enfoque de desarrollo humano

Ya comienzan acciones de los líderes de grupos empresariales inmensamente ricos, para dedicar una gran parte de su patrimonio a ayudar a los más necesitados; conciencia de los propietarios de esa gran riqueza bien habida, producto del esfuerzo y la creatividad, sobre la necesidad de contribuir a reducir la inmensa pobreza existente en las distintas latitudes del mundo, resultante de la incapacidad de los gobiernos y las comunidades para lograr el desarrollo humano.

La Sociedad debe orientar sus esfuerzos en responsabilidad social hacia el desarrollo humano, canalizando su contribución en cuanto a su entorno, inter y extra organización, hacia ese objetivo, para lograr que sus programas respondan a las necesidades reales determinadas por y para la gente y permitiendo que esa misma gente evalúe los resultados, incorporando a las partes responsables y obligándolos a participar.

El desarrollo humano busca tratar justamente las diferencias, las inequidades y la falta de igualdad de oportunidades, satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las futuras, lograr la apropiación y coordinación de los programas por parte de la gente y en el proceso, formar, capacitar y aliar a los distintos actores; propender a que la gente escoja y lleve el tipo de vida que valore como importante, reducir las privaciones, contribuir a mejorar la expectativa y adecentamiento de su calidad de vida y contribuir a que la gente sea agente activo de su propio desarrollo. Las iniciativas deben ser por y para la gente e incorporar a las personas o instituciones en acciones de mutuo interés; reconocer y valorar al prójimo y manejar el conflicto; enfatizar las que tengan como objetivo a la gente, mejorando sus condiciones de vida; usar los recursos en forma eficiente convirtiendo la inversión social en un medio y no un fin; contribuir a liberar a la gente de las amenazas crónicas, tales como las enfermedades y la perturbación de la vida cotidiana; mejorar la posibilidad de lograr el desarrollo propio y contribuir a proveer un mínimo de seguridad física, atendiendo a la prevención y enfrentamiento de las calamidades e incorporando soluciones para el acceso a una educación mejorada y a una forma de trabajo productivo.

Para orientar nuestras acciones en respuesta a la necesidad de lograr el desarrollo humano, estas deben basarse en diagnósticos técnicos de las realidades para que aquellas que emprendamos sean su consecuencia y respondan a ellas y que en vez de ser producto de nuestros paradigmas actuales, respondan a las realidades de lo requerido por y para la gente en cuanto a las dimensiones del desarrollo humano: equidad, sostenibilidad, potenciación, cooperación, productividad y seguridad humana. Estas dimensiones son condiciones esenciales para el desarrollo humano y su importancia y utilidad radican en que tienen un carácter plural, incorporan una visión holística y determinan las características que deben tener las iniciativas de los programas orientados al desarrollo humano. Por otra parte, las dimensiones tienen los parámetros de: multidimensionalidad, la importancia de avanzar en las distintas dimensiones; simultaneidad, la necesidad de atenderlas a todas, en lo posible: sinergia entre ellas y especificidad, o la necesidad de abordarlas de acuerdo a las posibilidades.

Así, el desarrollo humano lograría nuestro desarrollo.

odoardolp@gmail.com  

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