martes, 14 de octubre de 2014

El petróleo: la herencia


El petróleo: la herencia.

Por: Odoardo León-Ponte.

Cuando estatizaron la actividad petrolera, una de las primeras tareas que hubo que acometer fue la relativa a la reestructuración de la actividad ya que la gama de empresas que heredó el gobierno de turno variaba según de cual empresa se tratara. La actividad general cubría exploración (manejada con exclusividad por CVP en respuesta a la política de no más concesiones), producción, transporte, refinación, comercialización internacional de crudo y productos y la atención al mercado interno, aparte de la formación de recursos humanos, la investigación, la contratación de obras y la adquisición de materiales y equipos. De ellas, la investigación, la formación de recursos humanos y la comercialización de crudos y productos no estaban totalmente en manos de todas las empresas existentes en el país. Para ello y en forma un tanto apresurada en razón de la decisión política de estatizar, se tomaron decisiones casi instantáneas para resolver sorpresas y apoyar a la industria estatizada en sus deficiencias para no interrumpir el ritmo y flujo normales de la actividad, para lo cual se firmaron los contratos de asistencia técnica que cubrían principalmente lo relativo a comercialización, compras y tecnología: se compró tiempo para aprender y actualizarnos. Los herederos de los conocimientos de algunas de las empresas antecesoras tenían calificaciones en la materia pero la mayoría no y Pdvsa menos: ocupaba un piso en las oficinas de la Creole en Los Chaguaramos. Enorme tarea que había por delante y que fue resuelta por los petroleros.   

 

Comenzó la adaptación a la nueva realidad del conglomerado de empresas traspasado a Pdvsa como producto de la estatización gigantes y enanos que en sus distintas dimensiones tenían los conocimientos necesarios para atender a lo que tenían bajo su responsabilidad. Las más grandes, Lagoven (ex Creole) y Maraven (ex Shell) tenían una estructura amplia que manejaba casi todos los renglones permitidos por el gobierno de turno por ser las empresas más grandes en el mundo de sus respectivos grupos, Exxon y Shell. Las otras solo manejaban producción y transporte de crudo, refinación y poco o nada de lo relativo a comercialización, compras (excepto las nacionales) y  contratación de obras mayores e investigación

 

La actividad se fue racionalizando para reducir el número de empresas y hacer más eficiente el manejo de la actividad: comenzó la desaparición de las mini empresas en primera instancia y luego la fusión de las más grandes hasta llegar a tres: Lagoven, Maraven y Corpoven. Más adelante se eliminarían las filiales Lagoven y Maraven, se dejaría a Corpoven para otro rol y Pdvsa Siglo XX, equivocadamente, asumiría directamente todas las funciones de la actividad petrolera. Estaba servida la mesa para lo que siempre se anticipó y que en el Siglo XXI se convertiría en realidad: la politización absoluta de la actividad en función de la permanencia en el poder.

 

Pdvsa Siglo XXI se convirtió en el instrumento de la política petrolera en función de la influencia regional y para la estructura de gobierno paralela a la existente, con el objeto de, aparentemente, hacer lo que no hacía la estructura existente, pero que en el fondo tenía como fin ulterior el manejo de los fondos provenientes del petróleo, en una inmensidad hasta ese entonces desconocida, con la más absoluta discrecionalidad y dentro de esquemas fuera de todo control, sin que hubiera interferencia alguna en su asignación para todas las causas posibles para servir a las necesidades de la parcialidad política de turno. Eso, mientras alcanzaron los reales malversados. Y ahora paga la gente con la escasez, la inseguridad, la falta de todo y principalmente de los elementos de la calidad de vida. Botamos la herencia de un esfuerzo de toda la vida.

Octubre de 2014.

odoardolp@gmail.com odoardolp.blogspot.com @oleopon  

No hay comentarios:

Publicar un comentario