La transición
hacia la estatización del petróleo.
Por: Odoardo León-Ponte.
Desde el derrocamiento de Medina y a excepción de la
etapa de Pérez Jiménez, la actitud de los gobiernos de turno fue,
permanentemente, una de reto a las multinacionales, a los Estados Unidos como
causante de las desdichas del petróleo venezolano y por ende del país y de la búsqueda
de una imposible independencia unilateral de acción en cuanto a la suerte de
nuestro petróleo. También fue una época de búsqueda de poder para la unilateral
orientación de las acciones en materia de petróleo, pensando en la OPEP como
cartel de apoyo para combatir los precios bajos y apuntalar la capacidad de
acción unilateral frente a los Estados Unidos con sus problemas energéticos.
Todo ello dentro de una situación de permanente escasez de fondos de los
gobiernos de turno debida a la insuficiencia de los recursos generados por el petróleo,
única fuente de ingresos, para generar todos los fondos eternamente
insuficientes requeridos para las necesidades económicas y políticas de los gobiernos de
turno. Durante todo ese período se escogió la ruta de “no más concesiones”
(apoyada por el CIV, por Diputados y por el Frente Nacional Pro Defensa del
Petróleo), de la estatización, inicialmente a través de la inviable gestión de
la CVP, a la que se le entregaron gratuitamente todos los crecimientos
potenciales de la actividad petrolera y petroquímica en el país con permanente
poco o ningún éxito. Posteriormente se intentaron los contratos de servicios
que terminaron en fracaso y luego se echó en saco roto todo el período pro CVP
y se creó Pdvsa en 1976. Desde el año 45, excluyendo el período de Pérez
Jiménez, se negó el crecimiento a futuro de la industria petrolera al
determinar que no habría más concesiones.
¿Cuáles fueron los resultados de ese periplo
“nacionalista”? Se pospuso toda la inversión posible en materia petrolera para
expandir la producción durante un período de 21 años. Tan solo se invirtió en
las refinerías producto de la Ley de Hidrocarburos (Amuay, Cardón, Puerto La
Cruz, etc.) y en las plantas
desulfuradoras de Amuay y Cardón y se permitió el aumento de la producción con
la máxima explotación posible de los yacimientos de crudo existentes, pero sin
la incorporación de potencial productivo adicional. Incluso; durante ese
período se llegó a cerrar producción, se redujeron por primera vez las reservas
probadas y las cuadrillas de geología de superficie y por primera vez se el
volumen de producción acumulada llegó en un año a ser mayor que las reservas
probadas. Cierto que en ocasiones se
habló como nuevas fórmulas, pero sin continuidad ni materialización, como eran los
contratos de servicio y las empresas mixtas al lado de la CVP: pero en final de
cuentas todo fue palabrería. Se llegó a negar la exploración y oferta de activación
por parte de Shell y Creole de la Faja (Bituminosa) del Orinoco y en su lugar
se la cedió a CVP; es decir se la incluyó en el saco permanentemente
improductivo de la CVP, especie de reserva estratégica permanente para “conservar”
las actividades que hubiera sido posible desarrollar a través de las operadoras
existentes en el país, en un período largo durante el cual escasearon los
fondos y fue necesario imponer los controles de cambio anteriores al del
chavismo. Y, para hacer más difícil la situación, se aumentaron continuamente
los impuestos a las petroleras hasta el punto de fijar valores fiscales de
exportación (VFE) para fines impositivos, que excedían los valores reales de
exportación. Se fueron acumulando todos los retrasos propios de la situación
enunciada anteriormente en materia de exploración, producción, transporte,
refinación, mercado interno, investigación y conocimientos técnicos y de
mercadeo, lo que hizo necesario que Pdvsa, con fondos del estado, desarrollara la
actualización de la situación de las instalaciones y comenzara a mirar hacia el
futuro. Pero Pdvsa Siglo XX nunca se llegó al nivel de producción máximo
anterior a la estatización y en un vuelvan caras después de un lapso largo y
costoso se abrió de nuevo la actividad petrolera a la inversión extranjera, actividad
que, en retrospecto y a fin de cuentas, nunca se debió cerrar. Juzgue usted ésta
nuestra real y verdadera historia petrolera en el siglo pasado. Caracas, Agosto
de 2016. odoardolp@gmail.com
odoadolp.blogspot.com @oleopon
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