Un nuevo enfoque sobre la industria de los
hidrocarburos.
Por: Odoardo León-Ponte.
Hasta el presente, nuestros
políticos han mantenido que el desarrollo de la industria de los hidrocarburos
debe ser a través de empresas propiedad del estado o en las que el estado tenga
mayoría. Para ello lo limitó mientras estuvo en manos de las empresas
extranjeras y cuando estuvo en manos de Pdvsa Siglo XX no tuvo los fondos ni la
capacidad necesarios, por lo que hubo que abrirla de nuevo a la inversión
extranjera y, luego, cuando se pensó que tendríamos los fondos, se la limitó a
través de una obligatoria participación mayoritaria del estado, excepción hecha
del gas que puede ser desarrollado por el capital privado, pero cuyo
desarrollo, en la práctica, está muerto. Es un corto resumen de nuestra
historia petrolera. Pero veamos cuál es nuestra nueva realidad.
Para que la explotación de
los hidrocarburos sea exitosa se necesitan varias cosas: 1. Dinero en grandes
cantidades (que no tenemos ni tendremos), 2. Recursos humanos calificados (que
no tenemos: Chávez botó a 22.000 y después se han ido 10.000 más y que no regresarán),
3. Tecnología (que no tenemos), 4. Seguridad jurídica (que no tenemos y sobre
cuya oferta habrá que convencer para que vengan), 5. Un enfoque político
constructivo distinto al que hasta ahora hemos propugnado, bajo la idea falsa
mantenida hasta ahora, de que para que haya progreso y tengamos la “seguridad
nacional” necesaria en materia de hidrocarburos, el estado debe ser propietario
de y realizar la actividad, 6. El manejo de la actividad con criterios
referidos únicamente al resultado comercial y al pago de los impuestos producto
de la explotación de los recursos, 7. Que los operadores sean quienes se ocupen
del desarrollo y de la comercialización de los productos derivados de ese desarrollo,
8. Que una institución con poder, calificada técnicamente, separada del
ejecutivo y con libertad de acción, se ocupe de supervisar la actividad
desarrollada por los inversionistas privados (adicionalmente contribuirá a
reducir la corrupción), 9. Que no haya empresas propiedad del estado que se
ocupen de la actividad de los hidrocarburos (recordemos a la CVP en el Siglo XX,
a la constreñida Pdvsa Siglo XX y la actual triste, incapaz e inefectiva Pdvsa
Siglo XXI) y 10. Que los inversionistas sean particulares y no empresas
estatales para separar lo político de lo comercial.
Sobre el dinero (1) no hay
ni que hablar. Se requerirá “todo el dinero del mundo” para reparar y
actualizar las instalaciones existentes (cuya dimensión no conocemos) y para
desarrollar la industria (inestimable al abrir) en cuanto a nuevos desarrollos
e instalaciones. Los recursos humanos
(2) necesarios solo los podrán pagar los inversionistas privados (recordemos
las críticas y sus consecuentes efectos sobre la remuneración de los ejecutivos
de Pdvsa que “ganaban más que el Ministro”). Además, los que se fueron están ya
instalados en sus nuevas sedes de trabajo al igual que sus familiares y será
difícil que piensen en regresar hasta que las cosas tomen una orientación
segura (y luego será un poco tarde). La tecnología (3) no la tiene la pobre
Pdvsa Siglo XXI y la que existe está en manos de particulares y tiene un costo
alto. La seguridad jurídica (4) es precisamente uno de los aspectos claves y la
lista que anotamos con sus componentes contribuye a ello. (No basta con decir
que la Ley es clara: recordemos los hidrocarburos gaseosos que no se han
desarrollado.) El enfoque político constructivo (5) es que el país controle la
explotación de los recursos a través de sus instituciones y derive el beneficio
(6) de los éxitos a través de los impuestos y no que las maneje directamente.
Dejarle a las operadoras (7) el desarrollo de la actividad de desarrollo y los
mecanismos de comercialización (recordemos la Mersifrica (Mercados, Silos y
Frigoríficos) de antaño y la tragedia de
hoy en día). Se ha hablado del “Ente” para estos fines (8). El camino es claro
pero debemos tener la entereza para tomarlo basándonos en que el pasado fue
poco exitoso y el presente ha sido un inmenso fracaso.
Caracas, Agosto de 2016.
odoardolp.blogspot.com
@oleopon
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