Un nuevo enfoque de país.
Por: Odoardo León-Ponte.
Para salir del hoyo en el
que estamos y para lo cual no disponemos de la escalera convencional apropiada,
debemos dejar de cavar y pensar creativamente, como cuando se resolvió el caso
de los mineros atrapados en Chile. Tan sencillo como eso. Debemos desarrollar
un enfoque mental orientado a venderle neveras a los esquimales”, término que
se usa para definir un tipo de responsabilidad dentro de la estructura de
cualquier organización exitosa. Tenemos que convertirnos en una empresa exitosa
al estilo de Microsoft, Facebook, Apple.
Y ese, ciertamente, es nuestro reto; nuestro dilema. Tenemos los
recursos: petróleo, riquezas naturales como oro, bauxita; recursos forestales,
hídricos, eólicos, bellezas naturales, tierras, clima: en fin, todo lo
necesario. Dios no nos negó nada. Solo nos falta que las nuevas generaciones
apliquen los conceptos y procedimientos necesarios para lograr un país que nos
provea a nosotros, su gente, del Desarrollo Humano al que tenemos derecho.
Hasta ahora los líderes que hemos tenido no lo han logrado.
La falta de liberalidad que
nuestros políticos han tenido en su ideología en cuanto al desarrollo del país,
ha sido la causa de nuestra tragedia y la intención fallida de controlar todo
para poder “dirigir” el crecimiento del país, unido al concepto sub
desarrollado de que todo lo venezolano es necesariamente bueno, nos han
aturdido en nuestra capacidad para lograr el desarrollo ansiado por todos. No
hemos querido ser ciudadanos del mundo, sino “venezolanos” y, con el tiempo, hemos
ido perdiendo la disposición a tener el orgullo de nuestra prosapia. Y esa
realidad no va a cambiar mientras el objetivo de los gobernantes sea político y
no de desarrollo. Lo político es lo que nos ha traído por el despeñadero de no
lograr nunca el crecimiento sostenido: solo hemos logrado crecimiento cuando el
precio del petróleo ha sido alto y no éramos propietarios de la explotación de
distintas ramas de la economía. A más propiedad por parte del estado, más
pobreza y más oportunidades de corrupción: una de las características más
destacadas de nuestra sociedad, que no es muy distinta en los otros países de
Latino América, en donde por todos lados se destapan las cajas malolientes de
la podredumbre de la corrupción; no solo de sustracción de fondos y tráfico de
influencias. Y para no caer en la tentación y pecar por nuestra debilidad, a
falta de una mejor razón, debemos distanciarnos de ella para reducir sus
efectos negativos sobre el desarrollo del país.
Para minimizar el efecto de
la actividad política y su consecuente efecto sobre las tentaciones de la
corrupción exacerbada en estos últimos tiempos, debemos optar por definir un
nuevo enfoque: tomar las medidas necesarias para que la actividad industrial
que genere riqueza esté en manos de la empresa privada y que solo sea del
estado aquello que le corresponda: educación, seguridad humana incluyendo
salud, potenciación, equidad, y la defensa del territorio. Para ello debemos
desistir de aquellas ideas que no han traído la satisfacción de las necesidades
de la gente, para lo cual hay que “dejar” que sea el capital privado, con el “apoyo”
y el “control” y no la “interferencia” del estado, el que desarrolle la
actividad industrial, comercial y de servicios con sus propios fondos,
contribuyendo así a la generación de una riqueza sustentable y sostenida sobre
bases viables (representada por impuestos), para generar, en conjunto, los fondos
necesarios para que un estado austero pueda atender a sus responsabilidades antes
enunciadas. Para ello no es necesario ser “dueño” de nada, sino de buenas
intenciones, de la capacidad de legislar, de asegurar los derechos de las
personas naturales y jurídicas a través del aseguramiento del balance de los
poderes y de lograr, con la contribución del estado, el crecimiento y la
sostenibilidad del crecimiento del país en su sentido más amplio, en un mundo
cada vez más competitivo y más acelerado. Así podremos rescatar el orgullo de
ser venezolanos.
Caracas, Junio de 2016.
odoardolp.blogspot.com
@oleopon