miércoles, 1 de junio de 2016

¿Cuál es nuestro problema?
Por: Odoardo León-Ponte.
La membresía de los pensantes en nuestro país analiza la situación desde el punto de vista de sus aspectos financieros y piensan que ella puede resolverse con el rescate de las finanzas del país y lo intentan pensando en el rescate del petróleo pero basándose en el rescate de Pdvsa. Sin duda que el rescate financiero del país es indispensable para salir adelante y en cualquier caso habrá que pedir prestado en cantidades enormes como lo tuvo que hacer Grecia. Pero hablemos de Pdvsa, bajo la premisa de que una empresa para ser efectiva y exitosa debe reunir, entre otras, ciertas características: idoneidad, profesionalismo, capacidad, eficiencia, productividad, capacidad e independencia financiera y técnica en cuanto a sus decisiones, pero sobre todo en cuanto a su orientación. ¿Qué ha llegado a ser Pdvsa Siglo XXI?

Desde el punto de vista financiero Pdvsa no dispone de suficiente capital, ni ingresos, ni para inversiones ni para el mantenimiento de su planta ni de sus operaciones. Está sobredimensionada en cuanto a su nómina, orientada, además, a actividades que no le son propias. Su personal es proclive a y acata las pautas políticas que le fija el ejecutivo y no tiene la capacidad ni las características necesarias para operar lo que tiene, (su producción, refinación y ventas vienen descendiendo desde 1999) sea de petróleo o de otra índole. La plante física de la empresa está en el suelo y es imposible que pueda actualizarse de un día para otro para volver a su capacidad instalada de fines del Siglo XX, mucho menos a las nuevas dimensiones cónsonas con los mayores requerimientos del país. Su potencial y capacidad de producción han tomado un curso de reducción como consecuencia de su incapacidad por la decapitación realizada por el desaparecido: despidió a todo el personal idóneo de alto nivel y capacitación y dejó la actividad en manos de la gente menos capacitada e insuficiente numéricamente: una brecha insalvable. Los ingresos de Pdvsa no cubren sus necesidades y por ello su operación es financiada con préstamos del Banco Central de Venezuela. Además Pdvsa está sobregirada en su capacidad de endeudamiento de modo que más bien se estima que podría haber un “default” en cualquier momento dentro de la estructura financiera reducida del estado y de la dependencia de ambos de la suerte del petróleo. Una parte importante de su producción está comprometida en suministros que no generan ingresos directos producto de su actividad. Su planta física de antaño ha sido reducida en el exterior hasta el punto de que ahora ofrece descuentos en sus precios a los refinadores. Sus ventas son minoritarias en cuanto a aquellas que le son pagadas en efectivo y de inmediato y su principal, más cercano y menos costoso mercado se ha reducido en función de las decisiones políticas que han afectado su actividad, dándole preferencia a mercados menos rentables y más distantes. Pdvsa, que se encuentra en las condiciones antes enunciadas, es accionista mayoritaria de las empresas mixtas cuyas operaciones debe dirigir dentro de su incapacidad instalada desde el punto de vista numérico, de calificaciones y financiera. La Faja que es “la mayor reserva de crudo del mundo” (aunque ello se haya determinado unilateralmente fuera de los parámetros aceptados internacionalmente) es del tipo de crudo de menor valor, de peor calidad y de mayor costo del mundo (en el pasado se la identificó internacionalmente como “bitumen”) y requiere inmensas inversiones, tecnología (en manos de las empresas privadas) y tiempo para llegar a un determinado nivel de producción, de modo que la probabilidad de que la Faja se convierta en el desiderátum desde el punto de vista de la solución a nuestros problemas financieros presentes y futuro es una quimera.

¿Puede alguien sensato considerar, a la luz de las realidades antes expuestas, Pdvsa sea recuperable o siquiera viable? ¿Y qué piensan los políticos de turno? ¿Cuál sería la nueva estrategia: el nuevo rumbo?
Caracas, Junio de 2016.
odoardolp.blogspot.com

@oleopon  

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