Nuestra realidad.
Por: Odoardo León-Ponte.
A mediano plazo, el
petróleo ya no será capaz de proveer los ingresos necesarios para un estado
como el que hemos creado, sin que tenga ninguna otra fuente de ingresos, ya que
la inflación, la reducción de los ingresos de la gente y la falta de divisas
para la importación de todo lo que necesitamos para producir, consumir o servir
nos ha llevado a convertirnos en un estado fallido. Hasta ahora, la orientación
de izquierda de nuestros gobiernos solo ha permitido que hayamos vivido una
montaña rusa que podrá habernos dado emociones intensas y breves, pero que, en
fin de cuentas solo ha aportado un retroceso relativo desde que nacionalizamos
el petróleo. Todo como producto de la inexistencia de un proyecto de país y por
dejar convertir las gestiones de los gobiernos en la aplicación de las fantasías
de cada uno de los gobernantes de turno, en cuanto a la orientación del país:
la sobreposición de las ideas de los gobernantes sobre las de los partidos
políticos, en general, en preferencia a la escogencia de una ruta guiada por un
diseño de país entendido por todos y elaborada por todos esos partidos
políticos.
La ruta de la estatización,
de la propiedad y explotación por parte del estado de los recursos naturales, de
los medios de producción y distribución, de la construcción y el uso de la
intervención como recurso del estado para fijar las reglas económicas de forma
innatural, aparte de que nunca nos han dado un resultado verdaderamente
positivo y mucho menos ahora cuando se ha exacerbado, ya no solo no nos podrá
dar los resultados prometidos, sino que ya no puede ser en ningún caso una ruta
viable. El país no tiene divisas ni ingresos suficientes para su subsistencia y
la población pasa más hambre por la falta de comida y por la reducción de sus
ingresos y profundiza sus enfermedades o muere por la falta de medicinas e
insumos médicos. Y no hay una válvula mágica que repentinamente nos vaya a
resolver el predicamento en el que nos encontramos, con la aplicación en forma
reducida de los mismos parámetros de acción política anteriores a o iguales a
los actuales. No se logrará pasar de la tragedia actual a una ruta de progreso
usando los parámetros anteriores a este régimen: con el simple cambio en
medidas económicas y el uso de créditos provenientes del exterior, como dicen
muchos pensadores que se dicen de actualidad. Se ha demostrado desde la
aparición del petróleo que hemos crecido solo en forma ecléctica y por espasmos,
cuando la suerte del petróleo nos ha bendecido. De resto, mal. Y como durante
la última inmensa bonanza del petróleo, creyéndonos los reyes imbatibles, al
igual que en el pasado, no se tomaron las medidas necesarias para reformar
nuestro enfoque izquierdista y lograr ampliar las bases para nuestro
desarrollo, hoy deberíamos entender que no nos queda más remedio que cambiar
nuestro enfoque político y diseñar, por primera vez, un proyecto de país. No
dedicarnos a enmendar los extremos a los que nos ha llevado este régimen
indigno (ayuda para los jubilados que
aun con esas ayudas sufren las consecuencias de la realidad del país en que
viven, ni fijarle a los maestros un sueldo que no se les puede pagar y que no
alcanza), sino a diseñar un nuevo rumbo a seguir para que podamos asegurarle al
país una nueva fórmula de progreso: no las fórmulas constantes implosivas de
los partidos de siempre, que nos han llevado a donde estamos, sino nuevos
enfoques enmarcados dentro de lo que exige el mundo en constante cambio del
cual queremos formar parte.
El reto que tenemos es en
serio. ¿Cómo cambiar las reglas de nuestro juego para que tengamos éxito? Otros
lo han hecho, lo están haciendo o se inician en ello. No basta con cambiar al
jefe de estado; hay que cambiar el concepto de país. No sigamos pensando en
sembrar el petróleo: nuestros campos están desérticos cien años después y ahora
no tenemos “oro negro” que sembrar. De alguna manera las ideas de antaño o las
de hoy ya no nos sirven. ¿Podremos crear nuevas fórmulas? ¿Quiénes y cuándo
tomarán las riendas de ese cambio mientras otros se ocupan del día a día?
Caracas, Junio de 2016.
odoardolp.blogspot.com
@oleopon
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