lunes, 6 de junio de 2016

Nuestra realidad.
Por: Odoardo León-Ponte.
A mediano plazo, el petróleo ya no será capaz de proveer los ingresos necesarios para un estado como el que hemos creado, sin que tenga ninguna otra fuente de ingresos, ya que la inflación, la reducción de los ingresos de la gente y la falta de divisas para la importación de todo lo que necesitamos para producir, consumir o servir nos ha llevado a convertirnos en un estado fallido. Hasta ahora, la orientación de izquierda de nuestros gobiernos solo ha permitido que hayamos vivido una montaña rusa que podrá habernos dado emociones intensas y breves, pero que, en fin de cuentas solo ha aportado un retroceso relativo desde que nacionalizamos el petróleo. Todo como producto de la inexistencia de un proyecto de país y por dejar convertir las gestiones de los gobiernos en la aplicación de las fantasías de cada uno de los gobernantes de turno, en cuanto a la orientación del país: la sobreposición de las ideas de los gobernantes sobre las de los partidos políticos, en general, en preferencia a la escogencia de una ruta guiada por un diseño de país entendido por todos y elaborada por todos esos partidos políticos.

La ruta de la estatización, de la propiedad y explotación por parte del estado de los recursos naturales, de los medios de producción y distribución, de la construcción y el uso de la intervención como recurso del estado para fijar las reglas económicas de forma innatural, aparte de que nunca nos han dado un resultado verdaderamente positivo y mucho menos ahora cuando se ha exacerbado, ya no solo no nos podrá dar los resultados prometidos, sino que ya no puede ser en ningún caso una ruta viable. El país no tiene divisas ni ingresos suficientes para su subsistencia y la población pasa más hambre por la falta de comida y por la reducción de sus ingresos y profundiza sus enfermedades o muere por la falta de medicinas e insumos médicos. Y no hay una válvula mágica que repentinamente nos vaya a resolver el predicamento en el que nos encontramos, con la aplicación en forma reducida de los mismos parámetros de acción política anteriores a o iguales a los actuales. No se logrará pasar de la tragedia actual a una ruta de progreso usando los parámetros anteriores a este régimen: con el simple cambio en medidas económicas y el uso de créditos provenientes del exterior, como dicen muchos pensadores que se dicen de actualidad. Se ha demostrado desde la aparición del petróleo que hemos crecido solo en forma ecléctica y por espasmos, cuando la suerte del petróleo nos ha bendecido. De resto, mal. Y como durante la última inmensa bonanza del petróleo, creyéndonos los reyes imbatibles, al igual que en el pasado, no se tomaron las medidas necesarias para reformar nuestro enfoque izquierdista y lograr ampliar las bases para nuestro desarrollo, hoy deberíamos entender que no nos queda más remedio que cambiar nuestro enfoque político y diseñar, por primera vez, un proyecto de país. No dedicarnos a enmendar los extremos a los que nos ha llevado este régimen indigno (ayuda para  los jubilados que aun con esas ayudas sufren las consecuencias de la realidad del país en que viven, ni fijarle a los maestros un sueldo que no se les puede pagar y que no alcanza), sino a diseñar un nuevo rumbo a seguir para que podamos asegurarle al país una nueva fórmula de progreso: no las fórmulas constantes implosivas de los partidos de siempre, que nos han llevado a donde estamos, sino nuevos enfoques enmarcados dentro de lo que exige el mundo en constante cambio del cual queremos formar parte.

El reto que tenemos es en serio. ¿Cómo cambiar las reglas de nuestro juego para que tengamos éxito? Otros lo han hecho, lo están haciendo o se inician en ello. No basta con cambiar al jefe de estado; hay que cambiar el concepto de país. No sigamos pensando en sembrar el petróleo: nuestros campos están desérticos cien años después y ahora no tenemos “oro negro” que sembrar. De alguna manera las ideas de antaño o las de hoy ya no nos sirven. ¿Podremos crear nuevas fórmulas? ¿Quiénes y cuándo tomarán las riendas de ese cambio mientras otros se ocupan del día a día?
Caracas, Junio de 2016.
odoardolp.blogspot.com

@oleopon     

No hay comentarios:

Publicar un comentario