jueves, 10 de diciembre de 2015

El petróleo y la repartición de los ingresos.
Por: Odoardo León-Ponte.
Hay un dilema referente al uso de los fondos provenientes de la actividad petrolera: repartirlo a los ciudadanos o usarlo para el desarrollo del país y el Desarrollo Humano de la gente. Pero debemos partir de la premisa presente que hace que para enrumbar al país hacia la senda del desarrollo, se van a necesitar todos los fondos disponibles y con toda seguridad que nos  quedaremos cortos en cuanto a las necesidades reales versus la disponibilidad, una vez abierta la caja de pandora que nos conoceremos al iniciar la salida del socialismo de siglo XXI.

El país necesita una inmensa cantidad de fondos para actualizar todo lo que no se ha hecho y para reparar y reponer todo lo que se ha dañado durante los últimos 25 años, además de los fondos necesarios para expandir la infraestructura para comenzar a adecuarla a las consideraciones actuales y futuras de crecimiento del país. Inmensa cantidad todavía no cuantificada. Las solas necesidades de la actividad petrolera en manos del estado requeriría todos los fondos que genere el petróleo por los próximos años para adecuar su infraestructura y hacerla operativa dentro de rangos y estandares aceptables en cuanto a producción, transporte, refinación y distribución de crudos y productos y seguridad. Recordemos que durante los últimos diez años, la actividad petrolera del estado ha sido desatendida totalmente, disminuyendo su capacidad generadora de dinero a tasas ínfimas, aparte de que tampoco se prevé un incremento en los precios ni en la producción que permita generar más fondos que los actuales para las necesidades antes mencionadas. Si al panorama anterior le añadimos la tesis de que los fondos generados deben ir al ciudadano, dejaríamos sin fondos al estado para atender a sus necesidades para con la gente, por lo menos en cuanto a los subsidios que será necesario mantener durante el largo tiempo que tomará calificar a la gente para mantenerse por sus propios medios. ¿Y si incorporamos los reales necesarios para importar todo lo que consumimos y para aumentar el caudal del aparato productivo privado? Como quiera que se analice el panorama financiero, aunque solo sea por encimita, encontraremos que enfrentamos y enfrentaremos una situación de inmensa escasez de fondos y de insumos y bienes de consumo durante los años por venir. ¡Que dilema! ¿O será “trilema” o “multilema”? Como quiera que se vea, parecería que no tendremos los fondos necesarios para atender a las necesidades, ni la posibilidad de aumentarlos de inmediato (la lentitud relativa al aumento de la producción: el candado petrolero y menores precios y producción de petróleo). ¿Qué hacer y sobre todo ¿cómo? hacer  para resolver este complejo “multilema”? Por el camino que hemos transitado  no se podrá resolver  la situación financiera para atender a las necesidades para convertirnos en un país viable.

Continuarán los tiempos difíciles como los que nunca antes hemos enfrentado y no tenemos a la mano los instrumentos producto de los nuevos enfoques que tampoco tenemos y que se requieren para resolver la situación a la que hemos llegado y poder encaminar al país hacia una nueva senda del prometido pero nunca logrado progreso. La pregunta a contestar: ¿Cuáles son las políticas y las estrategias que se aplicarán para resolver este difícil cuadro? ¿Quién las ofrecerá para iniciar las necesarias y urgentes discusiones y el urgente resultante plan de acción para llevarlas a cabo? Pero por favor que no sean más de lo mismo. Se necesitan ideas nuevas; creativas; progresistas; osadas; a futuro.
Caracas, Diciembre de 2015.
odoardolp@gmail.com  odoardolp.blogspot.com @oleopon


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