domingo, 3 de agosto de 2014

El petróleo: algunas realidades

Manejar el petróleo para derivar el mayor beneficio para la empresa y, a través de los impuestos y la actividad, para beneficio del país, ha sido siempre el quid de la actividad petrolera. Las multinacionales con sus sistemas integrados de empresas, instalaciones y clientes podían colocar su producción de crudo y productos a nivel internacional provenientes de diversas localidades en la geografía mundial. Esta era la realidad para el momento de la estatización de nuestra  industria petrolera.

Al momento de crear a Pdvsa y sus filiales, la realidad resultante no estaba en capacidad de atender apropiadamente al manejo de todas sus actividades: se habían roto los circuitos petroleros de los cuales formaban parte las distintas empresas creando un vacío para la industria petrolera venezolana. Al no anticiparse esa realidad ("el petróleo sale solo" y ¿se vende solo?) fue necesario firmar contratos de asistencia técnica con algunas multinacionales para hacerle un "by pass" a la circunstancia surgida e iniciar un proceso de aprendizaje, de formación de personal y de creación de las estructuras necesarias para tomar la conducción de todos los aspectos de la actividad. Esto, unido a la necesaria definición de una estratégia y la consecuente acción en materia de exploración, producción, refinación, distribución, almacenamiento, transporte y colocación de crudos y productos, permitió que en el curso de unos pocos años, la industria petrolera venezolana se convirtiera en una potencia internacional. Fueron los tiempos en que Pdvsa y sus filiales gozaron del respeto de los gobiernos de turno, aunque estos desatendieran en muchos casos los intereses de la industria, imponiendo lo político y fórmulas para resolver necesidades creadas por una continuada mala gestión económica y social. Esta realidad fue dando como resultado una menor independencia de Pdvsa.

Se trataba del proceso de "la doma de Pdvsa" sin valorar en su justa dimensión la importancia de la independencia de acción perdida en la conducción de la actividad; la arteria vital de nuestro país, en términos de su propio beneficio y del resultante beneficio para el país. Todo esto a pesar de que la industria había demostrado transparentemente ser productiva a pesar de las interferencias políticas que la limitaban gradual pero seguramente en perjuicio de los intereses del país. Con todo y a pesar de la eterna influencia de las "izquierdas", Pdvsa pudo abrir el campo para seguir asegurando que la actividad petrolera progresara por medio de la incorporación de la inversión privada en la producción y en el mejoramiento de los crudos de la Faja. En el tiempo se logró la colocación de la producción en instalaciones propiedad total o parcial de Pdvsa o de terceros productores en el país. Así, Venezuela pudo convertirse en una potencia petrolera hasta fines del siglo XX habiendo contenido Pdvsa, como resultado de su esfuerzo profesional, técnico y político, muchos ímpetus de los gobiernos de turno. Pero al convertir a Pdvsa en operadora, buscando ingenuamente el objetivo de máxima eficiencia, se sirvió en bandeja de plata la conversión de Pdvsa en empresa -instrumento con fines políticos.

Los resultados están a la vista. El "bolívar fuerte" no vale nada, la inflación sigue desbocada y la inversión desapareció  al igual que el papel toilette.

odoardolp@gmail.com

http://odoardolp.blogspot.com

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