domingo, 3 de agosto de 2014

Pdvsa siglo XX: ¿magia, leyenda o mito?

Quienes fuimos parte integrante de la actividad petrolera en las multinacionales, participamos en la transición y formamos parte de la Pdvsa del siglo XX, que somos muchos, dedicamos nuestro esfuerzo a hacer posible una gestión de Primer Mundo en un país subdesarrollado, exigiendo una identificación total con el logro de los mejores resultados posibles en una Venezuela que buscaba su rumbo. Combatimos, hasta donde y como se pudo, las intenciones contrarias al logro de los mayores éxitos. Traíamos la herencia de haber formado parte de empresas que con distintos estilos pero con "espíritu de cuerpo" para el cumplimiento de las responsabilidades individuales y colectivas, usábamos los argumentos de la razón y la lógica para determinar el curso de las acciones más convenientes y seguíamos haciéndolo, combatiendo las acciones del medio y del estado tendentes a la doma de las actividades petroleras para conformarlas a las prácticas del resto de las organizaciones del estado. Ese proceso paulatino pero cierto siguió a través de todo el siglo XX y luego tuvo el triste y dramático desenlace que conocemos.

El cuento de magia que impulsó a la Pdvsa del siglo XX no era materia de aventuras de los hombres en la tierra de las hadas ni se refería a mundos imaginarios. No estaba basado en seres y hechos sobrenaturales, ni en una historia ficticia. No era una relación de sucesos que tuvieran más de tradicionales o maravillosos que de historia o de verdad. No se refería a lo grotesco, lo extraño o lo gracioso, ni a lo romántico o lo nostálgico; ni a la fantasía de mundos imaginarios. Eran cosas que pasaban: sueños y ambiciones que lograron un éxito singular.

Como leyenda, es de corte histórico y habla de seres humanos que gozaban de una virtud trabajada y lograda a través del esfuerzo y la dedicación; no se defiende oralmente ni pretende explicar lo sobrenatural, pues es un relato de lo logrado por personajes y seres humanos y se transmite a las posteriores generaciones lo que fue una realidad, a través de sus muchos testigos. No pretende explicar lo sobrenatural sino relatar unos sucesos y resaltar sus características y atributos basándose en hechos reales, con fines moralizantes y didácticos. Como leyenda se basa en la realidad y pretende explicar lo que parecería sobrenatural. Explica una relación de sucesos que parecerían tener más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos.

Como mito no responde a hechos poco creíbles con apariciones fantásticas. Pudiera pensarse que se tratara de una historia ficticia, pero es un cuento con moraleja para enseñar a las generaciones más jóvenes y, aunque lo pareciera, no relata hechos maravillosos de dioses o héroes ni trata de hechos poco creíbles con apariciones fantásticas.

Ubicándonos individualmente en la creencia de que la Pdvsa del siglo XX pudo ser un cuento de hadas, una leyenda o un mito, la realidad es que, habiendo sido lo que fuera: magia, leyenda o mito, las circunstancias que la hicieron posible son irrepetibles como es usual en los casos de cuentos de hadas, leyendas o mitos. Para repetirlas se requeriría un conjunto de realidades que harían necesaria la reaparición de situaciones, eventos, realidades y personajes que son irrepetibles y que hicieron posible el cuento de hadas, la leyenda, el mito que fue la Pdvsa del siglo XX.

odordolp@gmail.com) (http://odoardolp.blogspot.com

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