A partir de un momento determinado Pdvsa Siglo XX consideró necesario crear un fondo contributivo de reserva para soportar y fortalecer el pago de las pensiones de jubilación. A partir de ese momento, Pdvsa pagaba una pensión de jubilación que era aumentada y adicionalmente hacía pagos por concepto de los beneficios provenientes del fondo de pensión que se creó con aportes de la empresa y de los jubilados, ya que cada uno contribuyó a dicho fondo con un porcentaje de sus prestaciones sociales. Así, aumentaba las pensiones para todos los jubilados y, adicionalmente, hacía pagos provenientes de las ganancias del fondo.
Pero Pdvsa Siglo XXI comenzó a cambiar las condiciones de los jubilados en cuanto a sus pensiones. Para comenzar, inició la práctica de no aumentar las pensiones anualmente sino de hacer pagos iguales para todos, por una sola vez, que se alegaba provenían de los rendimientos de las inversiones del fondo de pensión, pero ajustándolos a su arbitrio y determinando que en algunos casos no se hacían debido al "alto" monto de la pensión de algunos jubilados. Esto a pesar de que la misma resulta de los años de servicio y del sueldo al momento de la jubilación y se habían hecho aportes al fondo en proporción a dicho monto: Pdvsa comenzó a igualar por debajo. Agregado a esto, no solo surgió esa práctica sino que comenzó a pagar los "beneficios" con un enorme retraso de hasta seis meses o más con respecto al término del ejercicio económico correspondiente, irrespetando la proporcionalidad obligatoria en base a la contribución individual.
No hemos sabido ni siquiera cuáles fueron las circunstancias de las inversiones de nuestro fondo, aparte de lo relativo al inmenso fraude del que nos hemos enterado por información pública a través de terceras personas. Tampoco nos consta si el monto fue cubierto por Pdvsa. Oscuridad total. (Sí sabemos de situaciones de conflicto de intereses en las cuales Pdvsa "cobra y se da los vueltos" al usar para oficinas del personal de su organización, edificios que pertenecen al Fondo.) Y a la realidad que hemos descrito hay que agregarle la otra realidad de los servicios y el seguro médicos, ya comentados, que causan un "problema agobiante para nosotros los jubilados y, más aún, estresante, porque te crea deudas altas con las tarjetas de crédito o por las demoras para los reembolsos", principalmente en el interior del país pues allí no hay, como en Caracas y Maracaibo, suplidores de medicinas contratados por Pdvsa.
Pdvsa incorporó en el contrato colectivo una "tarjeta de alimentación" que extendió a los jubilados y que es ajustada según lo establecido en dicho contrato, lo cual ha significado un paliativo a las circunstancias del jubilado, pero que no resuelve lo relativo al derecho que le asiste con toda propiedad y que a Pdvsa obliga, a tener y disfrutar de una pensión de jubilación progresiva en su monto, acorde con su contribución en años de servicio y en efectivo, al dejar para incorporar al fondo un alto porcentaje de sus prestaciones sociales por retiro, al momento de acogerse al "Plan de Jubilación" y que debería proveerle de una pensión cuyo monto debería permitirle un nivel de vida cónsono con su realidad al momento de su jubilación. Surge la realidad inicua de que al nivelar por debajo, la "tarjeta de alimentación" ya supera a la pensión mínima del jubilado y, a "galope tendido", va en camino a superar, insólitamente a la pensión.
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