Proliferan las ONG con variedad o comunidad de objetivos, sin que existan mecanismos o se busque la forma de determinar en qué aspectos hay comunidad de intereses que, identificados, aceptados y consolidados, permitirían que la acción individual pudiera formar parte de un conjunto, de un mismo rompecabezas, logrando así un efecto multiplicador. Es común que los esfuerzos respondan a inquietudes de personas con conciencia social quienes tratan de impulsar soluciones en pro de las necesidades de la gente. Muchos son producto de la contribución y el esfuerzo personales, convocando la asistencia o ayuda de personas o instituciones dentro del ámbito de las relaciones e influencias y el poder de convencimiento personal. También las instituciones y organizaciones inician o apoyan acciones producto de esas inquietudes, en áreas que se identifican más con la atención a problemas institucionales que al desarrollo humano concebido a través de sus dimensiones.
La falta de una consolidación de objetivos y de una distribución sectorial o regional de los esfuerzos, minimiza los posibles resultados positivos y disminuye la fortaleza de los planteamientos y de las exigencias que las ONG hacen como miembros responsables de la sociedad; y en definitiva esas ONG tienden a ser vistas por la sociedad como esfuerzos de la persona que las encabeza y que toma para sí la manifestación de las necesidades y los planteamientos producto de los objetivos e inquietudes que representa. También puede decirse que el Estado no las toma en cuenta ni las incorpora dentro de su acción social, cuando podría apoyarlas para beneficio de la sociedad. Más bien riñe con ellas por cuanto su acción tiende a resaltar las deficiencias existentes en las áreas de su actividad. Parecería que fuera imposible incorporar y aprovechar esos esfuerzos, dentro del plan de acción del Estado, para beneficio de la sociedad; es como si se tratara de predios en los cuales no pudiera trajinar quien pudiera ser y es considerado como un extraño, a pesar de que su involucramiento aportaría mayores e idóneos recursos como parte de un proyecto común de desarrollo humano.
El Estado no acepta que otros miembros de la sociedad se involucren; más bien pareciera tener un enfoque corto de vista y poco dispuesto a aceptar que otros tengan que ver o puedan involucrarse en lo que considera su responsabilidad exclusiva, sin que lo sea, y en vez de apoyar las causas justas que ayuden y contribuyan a resolver los problemas, las enfrenta, en vez de aprovechar su impulso e incorporarlas como parte de un esfuerzo común en beneficio de la sociedad. Así, vemos una constante pugna que, en la práctica, limita las innumerables iniciativas que pudieran contribuir al desarrollo humano.
En el momento dramático que se nos presenta y como parte de la decisión que como sociedad debemos tomar, es necesario que para enrumbar al país hacia el desarrollo, apliquemos un enfoque que permita, de manera estructurada, la incorporación de las iniciativas de todos los componentes de la sociedad como parte de un plan nacional, para atender a las verdaderas necesidades y prioridades de la gente, incorporando a esa gente, a través de y con el esfuerzo de las ONG, en acciones que puedan complementar la acción para resolver de esas necesidades; logrando un mayor desarrollo humano.
odoardolp@gmail.com
http://odoardolp.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario