En el país, tradicionalmente, existían las "bombas de gasolina", concepto que a mediados de los años ‘50 se fue afinando y surgieron las llamadas "estaciones de servicio", entre las cuales las más distinguidas por su ubicación y amplitud eran del club de las millonarias (así las definía la Shell); que vendían un mínimo de un millón de litros mensuales, eran propiedad de la empresa y hasta se llegó a decorarlas con esculturas de maestros venezolanos como fue el caso de la Estación de Servicio Shell en Las Mercedes. Más adelante se remodelaría el enfoque para llegar a los conceptos modernos que hasta hace poco utilizaban también las multinacionales que recientemente desaparecieron del mapa. Pero hubo acciones originales que destacaron dentro de los conceptos creativos de diseño: la estación de servicio en centros comerciales, la "gatera" y el "doble alto". Hagamos un poco de historia.
La regulación del precio de los productos derivados de los hidrocarburos, afectó la rentabilidad de la actividad que comenzó a ser una carga para las petroleras. Con la política de "no más concesiones" y del inicio de la estatización de la industria petrolera con la asignación de mercados a la CVP, se detuvo el mejoramiento de la red de estaciones de servicio. Algunas de las más importantes desaparecieron por nexos de los propietarios con los gobiernos de turno, ya que era prácticamente imposible lograr la autorización para demoler una estación. Todo esto fue minando la relación de oferta/demanda, estaciones versus vehículos, en detrimento del servicio. En la etapa pre-estatización, las empresas petroleras procedieron a vender las estaciones propias a sus concesionarios.
Con la creación de Pdvsa y dado que el servicio pasó a ser una obligación de sus filiales, comenzó una lucha contracorriente para mejorar el servicio. Tradicionalmente, la oferta se calculaba con un mecanismo sencillo pero inoperante: se calculaba el flujo vehicular y se multiplicaban los surtidores para adecuarlos a la demanda, pero con el mismo número de islas. Resultado: inmensas colas. A través del uso de la asistencia técnica disponible a través de los contratos de asistencia tecnológica, Corpoven comenzó un proceso de remodelación para introducir el sistema de "gatera" y el pago con tarjeta de crédito. La tarjeta de crédito se introdujo por primera vez con American Express y la primera en usar el servicio fue la Miss Universo, Irene Sáez, quien lo inauguró. Después, con la asesoría de BP, se inauguró la primera "gatera", el concepto se generalizó y ahora es común. Ya no se puede pagar la gasolina con tarjeta de crédito porque se regala.
Otro enfoque novedoso fue el de las estaciones en centros comerciales. Y sin duda el enfoque más novedoso y venezolano 100% fue el "doble alto" que creó Lagoven. Como el precio de terrenos era inmenso pero no la ganancia, se optimizó lo existente para mejorar el servicio. En el diseño de las estaciones se decidió utilizar la totalidad del terreno para las "gateras", por lo que todos los servicios se instalaron en sótanos y las tiendas de conveniencia y oficinas en un segundo piso, ampliando así al máximo la disponibilidad para la gasolina. Aparte, se convino con el MTC el uso de los terrenos excedentes de remodelaciones viales.
Moraleja: las cosas se pueden hacer bien, pero se necesita una gerencia idónea.
odoardolp@gmail.com
http://odoardolp.blogspot.com
La regulación del precio de los productos derivados de los hidrocarburos, afectó la rentabilidad de la actividad que comenzó a ser una carga para las petroleras. Con la política de "no más concesiones" y del inicio de la estatización de la industria petrolera con la asignación de mercados a la CVP, se detuvo el mejoramiento de la red de estaciones de servicio. Algunas de las más importantes desaparecieron por nexos de los propietarios con los gobiernos de turno, ya que era prácticamente imposible lograr la autorización para demoler una estación. Todo esto fue minando la relación de oferta/demanda, estaciones versus vehículos, en detrimento del servicio. En la etapa pre-estatización, las empresas petroleras procedieron a vender las estaciones propias a sus concesionarios.
Con la creación de Pdvsa y dado que el servicio pasó a ser una obligación de sus filiales, comenzó una lucha contracorriente para mejorar el servicio. Tradicionalmente, la oferta se calculaba con un mecanismo sencillo pero inoperante: se calculaba el flujo vehicular y se multiplicaban los surtidores para adecuarlos a la demanda, pero con el mismo número de islas. Resultado: inmensas colas. A través del uso de la asistencia técnica disponible a través de los contratos de asistencia tecnológica, Corpoven comenzó un proceso de remodelación para introducir el sistema de "gatera" y el pago con tarjeta de crédito. La tarjeta de crédito se introdujo por primera vez con American Express y la primera en usar el servicio fue la Miss Universo, Irene Sáez, quien lo inauguró. Después, con la asesoría de BP, se inauguró la primera "gatera", el concepto se generalizó y ahora es común. Ya no se puede pagar la gasolina con tarjeta de crédito porque se regala.
Otro enfoque novedoso fue el de las estaciones en centros comerciales. Y sin duda el enfoque más novedoso y venezolano 100% fue el "doble alto" que creó Lagoven. Como el precio de terrenos era inmenso pero no la ganancia, se optimizó lo existente para mejorar el servicio. En el diseño de las estaciones se decidió utilizar la totalidad del terreno para las "gateras", por lo que todos los servicios se instalaron en sótanos y las tiendas de conveniencia y oficinas en un segundo piso, ampliando así al máximo la disponibilidad para la gasolina. Aparte, se convino con el MTC el uso de los terrenos excedentes de remodelaciones viales.
Moraleja: las cosas se pueden hacer bien, pero se necesita una gerencia idónea.
odoardolp@gmail.com
http://odoardolp.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario