La industria petrolera siempre entendió que los recursos humanos, el recurso intocable, son la base principal del éxito de sus actividades y por ello dedicaba sus mejores esfuerzos a su selección, desarrollo, formación y remuneración y así aseguraba el mantenimiento de un alto grado de dedicación conducente a la competitividad que desarrollaba con su personal y sus sistemas de trabajo y técnicos. Las empresas multinacionales dedicaban un esfuerzo especial a adiestrar a sus trabajadores a todos los niveles. Existieron en la Shell el Centro de Entrenamiento Artesanal (CEA) en Cabimas, eliminado al no ser aceptado por el INCE, los cursos de adiestramiento a nivel especializado y general que las compañías desarrollaban para su personal en Venezuela y en el exterior, bien fueran propios o contratados, además de las organizaciones de adiestramiento propias que existían a nivel técnico, especializado o gerencial en escala mundial. También se asignaba personal venezolano a los centros de investigación para efectos de su desarrollo o trabajo en proyectos específicos. La estatización de la actividad petrolera acabó con ese abanico de oportunidades y solo quedó lo existente en el país y los servicios a través de los contratos de asistencia técnica mientras ellos duraron.
Confrontada con las realidades y haciendo uso de sus conocimientos, su formación y su dimensión de empresa de Primer Mundo, Pdvsa inició la conformación de todo el entarimado de adiestramiento, educación y formación del personal de la industria. Comenzó con la creación, en cooperación con el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE), del Instituto de Adiestramiento Petrolero y Petroquímico (Inapet) en 1976, que luego dejaría de existir para convertirse en el Centro de Formación y Adiestramiento (Cepet) en 1983 y terminó con la creación del Centro de Internacional de Educación y Desarrollo (CIED) en 1995. Igual, para fines de empleo siguió manteniendo los sistemas de becas tanto en Venezuela como en el exterior.
El CIED se convirtió, a través de sus once sedes en el país, en proveedor de la plataforma de conocimientos para el adiestramiento y la formación de todos los cuadros de Pdvsa tanto técnicos como gerenciales, para que la empresa pudiera continuar siendo una empresa de primer mundo con actividades internacionales, que debía negociar, contratar y relacionarse con empresas e instituciones nacionales e internacionales en asuntos propios de su actividad. El CIED cubría y atendía a las necesidades de adiestramiento y capacitación en cuanto a las mejores prácticas operativas, incluyendo seguridad, higiene, ambiente, administrativas y gerenciales para el personal en cuanto a sus responsabilidades vigentes y a su proyección en base a su planificación de carrera, tomando en cuenta su capacidad de progreso y ascenso. Igualmente, proveía un lugar para cruzar las experiencias operativas y gerenciales y les permitía a todos los miembros de la industria el intercambio de opiniones y la creación de una más amplia base de identificación con la empresa, lo que contribuía al continuo desarrollo de una cultura organizacional con la cual se identificaban los trabajadores. Incluía en su actividad el desarrollo de programas de intercambio con organizaciones internacionales.
El CIED pasó a mejor vida con todo y los galardones recibidos.
odoardolp@gmail.com
http://odoardolp.blogspot.com
Confrontada con las realidades y haciendo uso de sus conocimientos, su formación y su dimensión de empresa de Primer Mundo, Pdvsa inició la conformación de todo el entarimado de adiestramiento, educación y formación del personal de la industria. Comenzó con la creación, en cooperación con el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE), del Instituto de Adiestramiento Petrolero y Petroquímico (Inapet) en 1976, que luego dejaría de existir para convertirse en el Centro de Formación y Adiestramiento (Cepet) en 1983 y terminó con la creación del Centro de Internacional de Educación y Desarrollo (CIED) en 1995. Igual, para fines de empleo siguió manteniendo los sistemas de becas tanto en Venezuela como en el exterior.
El CIED se convirtió, a través de sus once sedes en el país, en proveedor de la plataforma de conocimientos para el adiestramiento y la formación de todos los cuadros de Pdvsa tanto técnicos como gerenciales, para que la empresa pudiera continuar siendo una empresa de primer mundo con actividades internacionales, que debía negociar, contratar y relacionarse con empresas e instituciones nacionales e internacionales en asuntos propios de su actividad. El CIED cubría y atendía a las necesidades de adiestramiento y capacitación en cuanto a las mejores prácticas operativas, incluyendo seguridad, higiene, ambiente, administrativas y gerenciales para el personal en cuanto a sus responsabilidades vigentes y a su proyección en base a su planificación de carrera, tomando en cuenta su capacidad de progreso y ascenso. Igualmente, proveía un lugar para cruzar las experiencias operativas y gerenciales y les permitía a todos los miembros de la industria el intercambio de opiniones y la creación de una más amplia base de identificación con la empresa, lo que contribuía al continuo desarrollo de una cultura organizacional con la cual se identificaban los trabajadores. Incluía en su actividad el desarrollo de programas de intercambio con organizaciones internacionales.
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