domingo, 3 de agosto de 2014

El petróleo y el sindicalismo

El sindicalismo petrolero fue el precursor de la contratación colectiva en Venezuela. Comenzando en los años inmediatos a la Ley de Trabajo de 1936, se inició la creación del movimiento sindical en la industria petrolera que sería dirigido por líderes sindicales que lograron prestigio nacional por su correcta  y dedicada actuación; ello permitió crear un movimiento que se distinguió por su constancia y seriedad en el manejo de las relaciones con la representación patronal, aun cuando siempre mantuvo vínculos con la dirigencia y los partidos políticos. Igualmente mantuvo una apropiada relación de representatividad con los trabajadores en función de sus aspiraciones pero con consciencia de las realidades y las alternativas viables. En ocasiones y por razones diversas, pero como mecanismo extremo, usó su derecho a la huelga.

La travesía se fue realizando paulatinamente, iniciándose con la búsqueda de mejoras a las condiciones  establecidas en la Ley del Trabajo. Más adelante, el movimiento sindical petrolero se consolidó a través de la creación de Fedepetrol en 1946 y con la negociación y firma del primer contrato colectivo en 1946 entre la industria petrolera del momento y Fedepetrol  para un período de dos años.  También comenzó la contratación colectiva con los sindicatos que representaban a los oficiales marinos y de los marinos de la flota de tanqueros de las petroleras. En la época de la dictadura se creó un sindicato paralelo no representativo de los trabajadores petroleros con el cual las petroleras firmaron un contrato colectivo. Luego firmaron uno con una representación de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). Fedepetrol se reorganizó y tomó su relación de nuevo con la industria en 1958, luego del regreso al reinicio de la democracia. Más adelante se produjo una separación minoritaria de la representación sindical que se agrupó en Fetrahidrocarburos. Y desde ese momento, las empresas petroleras negociaron con ambas. En el camino, se amplió el lapso de cobertura de contratación colectiva a un período de tres años.

El procedimiento que se seguía en la contratación colectiva era precedido por la presentación de un pliego de peticiones que normalmente excedía significativamente las realidades de las condiciones que en definitiva  se acordarían. Las partes, es decir, las federaciones y las compañías nombraban sus voceros quienes eran la representación del más alto nivel de las primeras y de los encargados de las relaciones industriales de las petroleras. El grupo negociador de las compañías estaba formado por los representantes de las tres empresas más grandes, apoyado por un comité de respaldo en el que  participaban los expertos en las distintas áreas que se estaban negociando. La negociación tardaba el tiempo necesario para acordar debidamente los grupos de cláusulas, dejando siempre para el final las referentes a la parte económica. Era una negociación entre las partes que luego se convertía en la ley entre ellas.

Con la estatización de la actividad petrolera los procedimientos siguieron siendo los mismos, pero dado que el Estado se había convertido en accionista, comenzó a dibujarse la intromisión política en el manejo de la negociación de los contratos y a usarse la influencia del Estado como factor de negociación, desbalanceando las fuerzas. Eso fue en el siglo XX. Julio 2012.

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