El mercado interno de los hidrocarburos es un segmento importantísimo de la industria petrolera venezolana. Las razones: es un mercado prioritario al cual hay que servir primero, genera inmensas pérdidas, está desbalanceado en la participación financiera de los distintos segmentos de la cadena de distribución; subsidia a todos los segmentos de la actividad industrial y agrícola del país; incide sobre las exportaciones en la medida en que crece y es factor primordial en la generación de energía en el país. Además, ha sido el segmento en el cual a través de una multiplicidad de personajes se han barajado idas y venidas, marchas y contramarchas, todo en función política y no de un enfoque orientado al mejor manejo y a la búsqueda del mejor y menos oneroso servicio para el consumidor final. Esto ha resultado en la situación de caos en que hoy se maneja con el consecuente servicio deficitario para el cliente y de pérdida para los involucrados.
Definiéndolo, el mercado interno incluye: las estaciones de servicio donde se vende al automovilista gasolina, gasoil y lubricantes; los mercados industriales que suplen a la industria: los combustibles, lubricantes, asfaltos, parafinas y solventes, directamente o a través de distribuidores; de aviación, que sirve a los sectores nacional e internacional en todos los aeropuertos del país; de combustible para los barcos y de gas para la industria y licuado para el sector doméstico. El suministro requiere refinerías, buques de cabotaje adaptados al mercado nacional, plantas de almacenamiento y distribución, plantas de mezclado y llenado de lubricantes, poliductos, gandolas para el transporte terrestre y estaciones de servicio.
En el período previo a la estatización de la actividad relacionada con el petróleo hubo un normal desinterés por parte de las empresas operadoras, unido a la incapacidad de la CVP de llenar el rol que el Estado le quería asignar y que esta mal podía desempeñar. Esta situación de déficit en las instalaciones y servicios comenzó a ser superada a raíz de la estatización, período durante el cual se iniciaron procesos para superar el inmenso retraso de 40 años de la planta física. Se construyeron nuevas plantas de distribución, se incorporaron conceptos de diseño de las estaciones de servicio basados en nuevos enfoques para prestar el mejor servicio al cliente, se mejoraron las plantas de mezclado y envasado de lubricantes, se reintrodujo el concepto y el correspondiente servicio de asistencia técnica; se inició un proceso de adecuación para prestar el servicio que desde la creación de la CVP se había deteriorado significativamente. En un momento se tomó la oportuna y correcta decisión de abrir el mercado interno a las empresas privadas, introduciendo así el concepto de competencia que se había eliminado desde la creación de la CVP y que se mantuvo, después, con la estatización de la industria. El mercado interno se mejoró significativamente a pesar de que para Pdvsa era un mercado de pérdida en comparación con el mercado de exportación. Privó el criterio de que había que proveer el servicio necesario.
No se han mantenido las acciones necesarias (incluso se ha permitido la eliminación de estaciones de servicio) para que las instalaciones, los productos y los precios justos respondan y puedan atender a los requerimientos del negocio y del consumidor.
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