La decisión de hacer carrera en la industria petrolera, tenía como uno de sus principales incentivos la incorporación eventual al llegar a la edad de 60 años, a un conjunto de beneficios que, aún incluyendo el aporte del 25% de las prestaciones al momento de la jubilación, indicaban que fuera conveniente para el trabajador acogerse a las condiciones de jubilado en preferencia a la terminación de la relación de trabajo con el pago de la totalidad de las prestaciones causadas. En aquel entonces, ya que no son las mismas las realidades con Pdvsa siglo XXI, el jubilado recibía un trato cónsono con la importancia de ser jubilado que significaba haberle dedicado por lo menos 15 años de servicio a la empresa. Había dos condiciones adquiridas de máxima importancia: la jubilación misma y los servicios médicos, aparte de la relación de acercamiento que se mantenía con la Asociación de Jubilados (AJIP).
En cuanto a la jubilación y buscando siempre el mejoramiento de las condiciones de los afectados y para propender a mantener los montos de las jubilaciones en el futuro se creó un fondo al cual contribuimos con el 25% de nuestras prestaciones muchos de los que ahora somos jubilados. Así, el "Fondo de Pensiones" contiene no solo plata de Pdvsa, sino que contiene un aporte variable en función del salario de cada trabajador para el momento de su jubilación. En la administración de dicho fondo, hasta fines de siglo XX, había una participación minoritaria de los trabajadores jubilados: justo reconocimiento a la realidad de que se manejaban fondos ajenos a Pdvsa. Es a partir del siglo XXI cuando surgen nuevos enfoques que han perjudicado significativamente a los jubilados en cuanto a la base de sustento: de su pensión de jubilación. ¿En qué ha cambiado la práctica?
Hasta finales del siglo XX se aumentaban las pensiones proporcionalmente de acuerdo con lo producido por el Fondo y, además, Pdvsa, de su propio peculio daba a los jubilados una bonificación de fin de año, que parcial o totalmente compensaba y ayudaba al jubilado. Se manejaba el ajuste a las pensiones con estricta relación a la justicia de la proporcionalidad de la participación en el Fondo. (Para los que no participaban en el Fondo, Pdvsa hacía ajustes en las pensiones de acuerdo con su mejor criterio o tomando en cuenta la oportunidad de la contratación colectiva).
A partir del siglo XXI el "tsunami" que llegó a Pdvsa, inició un desmejoramiento, exprofeso, de las condiciones de los jubilados. Para empezar comenzó la práctica de no aumentar las pensiones sino conceder "bonificaciones" anuales para "repartir", con criterio negado de la proporcionalidad, los "beneficios" del Fondo, sin ajustar las pensiones y con el consecuente perjuicio nuestro, acercando sus montos gradual y aceleradamente por la inflación desbordada, a la pensión mínima establecido en el contrato colectivo. Han sido decisiones unilaterales de Pdvsa siglo XXI, sin participación alguna de la representación a la que tenemos derecho los jubilados contribuyentes a y propietarios proporcionales del "Fondo". No ha habido información "bona fide" del "Fondo": su monto, en que está colocado, cuánto rinden las inversiones, qué nos corresponde en justa ley. La acción de terceros nos ha informado de las continuadas prácticas fraudulentas en el manejo de nuestros activos.
En otra oportunidad trataremos sobre el servicio médico.
odoardolp@gmail.com
http://odoardolp.blogspot.com
En cuanto a la jubilación y buscando siempre el mejoramiento de las condiciones de los afectados y para propender a mantener los montos de las jubilaciones en el futuro se creó un fondo al cual contribuimos con el 25% de nuestras prestaciones muchos de los que ahora somos jubilados. Así, el "Fondo de Pensiones" contiene no solo plata de Pdvsa, sino que contiene un aporte variable en función del salario de cada trabajador para el momento de su jubilación. En la administración de dicho fondo, hasta fines de siglo XX, había una participación minoritaria de los trabajadores jubilados: justo reconocimiento a la realidad de que se manejaban fondos ajenos a Pdvsa. Es a partir del siglo XXI cuando surgen nuevos enfoques que han perjudicado significativamente a los jubilados en cuanto a la base de sustento: de su pensión de jubilación. ¿En qué ha cambiado la práctica?
Hasta finales del siglo XX se aumentaban las pensiones proporcionalmente de acuerdo con lo producido por el Fondo y, además, Pdvsa, de su propio peculio daba a los jubilados una bonificación de fin de año, que parcial o totalmente compensaba y ayudaba al jubilado. Se manejaba el ajuste a las pensiones con estricta relación a la justicia de la proporcionalidad de la participación en el Fondo. (Para los que no participaban en el Fondo, Pdvsa hacía ajustes en las pensiones de acuerdo con su mejor criterio o tomando en cuenta la oportunidad de la contratación colectiva).
A partir del siglo XXI el "tsunami" que llegó a Pdvsa, inició un desmejoramiento, exprofeso, de las condiciones de los jubilados. Para empezar comenzó la práctica de no aumentar las pensiones sino conceder "bonificaciones" anuales para "repartir", con criterio negado de la proporcionalidad, los "beneficios" del Fondo, sin ajustar las pensiones y con el consecuente perjuicio nuestro, acercando sus montos gradual y aceleradamente por la inflación desbordada, a la pensión mínima establecido en el contrato colectivo. Han sido decisiones unilaterales de Pdvsa siglo XXI, sin participación alguna de la representación a la que tenemos derecho los jubilados contribuyentes a y propietarios proporcionales del "Fondo". No ha habido información "bona fide" del "Fondo": su monto, en que está colocado, cuánto rinden las inversiones, qué nos corresponde en justa ley. La acción de terceros nos ha informado de las continuadas prácticas fraudulentas en el manejo de nuestros activos.
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