En la segunda mitad de los 80 apareció en el mercado un terreno remanente de la Hacienda San José, que originalmente lindaba con la Calle Real de Sabana Grande en su prolongación hacia Los Dos Caminos. La propiedad constaba de un inmenso terreno con una casona en no muy buenas condiciones: era el terreno de mayor dimensión disponible en la zona más atractiva de la ciudad. Unos promotores se acercaron al fondo de ahorros de una de las filiales de Pdvsa Siglo XX para ofrecérselo como posible inversión. De alguna forma Pdvsa se enteró y con la celeridad del caso y por las razones que a bien tuviera, indicó que estaba interesada en el terreno y que el fondo debía abstenerse de involucrarse, lo cual hizo debido a que las inversiones en bienes raíces no eran su prioridad. Posteriormente a su adquisición por parte de Pdvsa Siglo XX, en un análisis hecho con el objeto de cuantificar sus activos no industriales, Pdvsa determinó que era casi el único inmueble que tuviera un valor importante, aparte de las oficinas. Nunca se supo a ciencia cierta cuál fue la razón que privó para adquirir lo que después se bautizó como "La Estancia".
Inmediatamente se procedió a restaurar la casona y a convertir a "La Estancia" en una suerte de centro cultural todo propósito que comenzó, de manera incierta, a buscar su rumbo. Han transcurrido 25 años, aproximadamente, desde que se adquirió la propiedad; una inversión cuantiosa, en su momento y hoy, bajo cualquier estándar. Serían muchas las opciones que pudieron ser consideradas, desde un "centro petrolero" (difícil de justificar ya que las filiales tenían oficinas propias al igual que Pdvsa), dotación de un área de parque abierto al público para una ciudad agobiada por la densidad del urbanismo (y que llora la urgencia de que La Carlota se convierta en un gran parque imitando a la Nueva York que le fue añadiendo segmentos al "Central Park" hace montones de años y que aquí todavía se ponderan otros usos para ese insustituible espacio), separando la casona para actividades propias o conjuntas de Pdvsa, especie de centro de reuniones y actividades, centro para la promoción de las artes, las ciencias, la cultura, la venezolanidad, la industria nacional. En fin, toda la gama de posibles usos en pro y beneficio del país.
En el transcurrir del tiempo y con los vaivenes propios de las circunstancias, "La Estancia" ha ido bailando al son que le toquen sin que se haya mantenido una orientación determinada. No se conocen públicamente la Visión, Misión y Objetivo que deben enrumbar y orientar su acción, sino que en el tiempo le han tocado ritmos de maneras diversas sin ninguna referencia o guía, más allá de las notas que de manera discordante se le han venido tocando.
La Estancia que es una propiedad de "todos" porque "Pdvsa es de todos", posee un inmenso potencial para servir a toda la comunidad de la ciudad capital. Desde el punto de vista recreacional no se justifica que el segmento de parque esté cerrado al uso público. Entendemos que por ser propiedad "privada" de Pdvsa sería necesario modificar sus circunstancias para que sea de uso común de Chacao y no un instrumento orientado a suplantar las obligaciones políticas de un segmento del estado circunscrito al Municipio Libertador, en donde no cabe ninguna duda de que las intervenciones han sido hechas y financiadas por "Pdvsa La Estancia".
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