Nuestra acción social como componentes de la sociedad ha usado lemas en distintas etapas del tiempo, institucionalmente para una empresa frente a la comunidad interna y externa, políticamente para un partido frente a un electorado o de acción social para una ONG; en cada caso intentando una definición del enfoque hacia el público correspondiente. Hemos oído y visto lemas que intentaron respaldar y definir las acciones para con ese público para lograr el objetivo perseguido en cada caso. Algunos intentaron y tuvieron una permanencia en el tiempo como "Asociados al Progreso de Venezuela", otros como "Pan-Tierra-Trabajo" representaron el objetivo y la aspiración para un momento en el tiempo, sin que se renovaran en función de los cambios que pudieran requerir las nuevas realidades. En las primeras etapas, el éxito fue avasallante: Las aspiraciones sentidas y bien identificadas eran genéricas y requerían cambios radicales históricos sobre los cuales no había discusión. Era la transición de la dictadura hacia la democracia.
En las primeras etapas de la democracia, los enfoques desarrollados estuvieron basados principalmente en el uso racional de los recursos disponibles, aplicando políticas que fueron creando las estructuras necesarias para permitirle a la gente un crecimiento personal paulatino y lógico y en base a ello un desarrollo igualmente paulatino pero seguro del país. Con el correr del tiempo comenzó la toma de posiciones reñidas con las realidades y las necesidades. Y con la nacionalización del petróleo y las bonanzas circunstanciales y cíclicas subsiguientes, se iniciaron enfoques de grandiosidad en un país que no había quemado las etapas necesarias para ser lo que sus dirigentes pretendían representar y ser. Comenzó la centralización del poder en la dirigencia, olvidando las necesidades de la gente y en el proceso creció la dependencia de la gente en las dádivas y la asistencia de un Estado aparentemente omnipotente. El proceso que se inició con etapas de crecimiento sin inflación desembocó en la anarquía en la que hoy en día tratamos de sobrevivir, mientras hacemos el esfuerzo para desarrollar una estrategia común que considere y tome en cuenta que no podemos aspirar a lograr el desarrollo y la jerarquía a los que quisiéramos tener el derecho, mientras no tengamos un grado de desarrollo basado en el desarrollo del recurso humano, basado en el desarrollo humano.
En el camino se tomaron decisiones importantes que comenzaron a acercar las acciones a las necesidades a través del proceso de descentralización de la organización del estado. Al retomar ese proceso y profundizarlo, acercaríamos las decisiones y las acciones a las necesidades de la gente, pero tengamos en cuenta que no se trata de que las ofertas de soluciones se orienten en base a encuestas de oportunidad, ni de que sigamos ofreciéndole paquetes genéricos inaplicables a prototipos inexistentes, ni de que se busque el uso del don de que yo te ofrezco y tú me apoyas, sino de que se determine un plan de acción que responda a las necesidades de la gente, establecido en base a las realidades, aspiraciones y prioridades determinadas por y para la gente. Tendríamos un mensaje y una acción social sobre las cuales pudiéramos apoyarnos para lograr un progreso cónsono con nuestra prosapia y nuestras más sentidas aspiraciones, un mensaje de desarrollo humano.
odoardolp@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario