El voluntariado conformado por Los trabajadores de las empresas, exhibe con orgullo sus actividades como manifestación del cumplimiento de su responsabilidad social. Las empresas, a su vez, ofrecen las actividades de ese voluntariado como un complemento o como la manifestación de su compromiso social con la comunidad. Hay también un voluntariado que, aunque no forma parte de una organización empresarial ni trabaja a través de una organización formal, moviliza, emprende, asiste o colabora con actividades que buscan mejorar o ayudar a atender a las necesidades de sectores sociales, bien sea a través de sus propias iniciativas o del apoyo a actividades desarrolladas por otros. Es normal la contribución por deducción por nómina para apoyar financieramente a organizaciones, generalmente seleccionadas por la empresa en la cual trabajan. Todos aportan algo y resuelven necesidades pero no trabajan con un enfoque común o uniforme que permita determinar el desarrollo logrado, ni compararlo o sumarlo, perdiendo así la posibilidad de consolidar esfuerzos en función de objetivos comunes en beneficio de la gente.
El voluntariado es potencialmente un brazo ejecutor y multiplicador de las acciones de responsabilidad social que puede agregarse a la acción de las organizaciones en las cuales trabaja, siempre y cuando se articulen y trabajen conjuntamente y formen parte de un mismo proyecto. Pero lo más importante es que los programas que se desarrollen sean producto de la interacción con la gente para atender a sus necesidades y prioridades determinadas por y para con ellos. De esta manera se crearían programas cónsonos con esas necesidades y se establecería una relación real. Por otra parte, el apoyo financiero a otras instituciones debería estar enmarcado para satisfacer las necesidades determinadas por y para la gente en función de la responsabilidad social de la empresa y del voluntariado, para con la comunidad con la cual se relaciona, para que se pueda actuar para resolver la relación causa-efecto.
Si por otra parte, la acción conjunta del voluntariado y de la empresa integrara a la acción la cuota que los sindicatos pudieran ofrecer, entendido todo ello como un esfuerzo común de la empresa, los trabajadores y los sindicatos e incorporando la exigencia a los otros componentes de la sociedad del cumplimiento de su cuota parte de responsabilidad en el manejo del cuadro de necesidades-prioridades vs. soluciones, se estaría abriendo e incorporando al esfuerzo una enorme compuerta de impulso y de fuerza para orientar y conducir las actividades relacionadas con responsabilidad social hacia el Desarrollo Humano.
Si, más aún, la atención a los cuadros de soluciones se basara en un esfuerzo común dirigido a determinar previamente las necesidades por y para la gente con base en sus prioridades determinadas por y para con ellos, y esas necesidades y prioridades fueran del conocimiento de y contaran con el apoyo de todos los participantes en programas comunes, en los cuales se incorporara a la gente en la consecución y resolución de sus problemas, se estaría dando un inmenso paso al frente para iniciar un nuevo enfoque sobre la determinación y resolución de los problemas de la gente y logrando un enfoque novedoso que permitiría el logro de resultados con una mayor cuota de Desarrollo Humano, de desarrollo.
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